Horas después de que lo hiciera el Reino Unido, Canadá se sumó también el miércoles a Estados Unidos y Australia en un "boicot diplomático" a los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín, en un nuevo revés para el régimen chino, fustigado por los occidentales por violar los derechos humanos.
"Estamos profundamente preocupados por las violaciones a los derechos humanos del gobierno chino", declaró el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en conferencia de prensa en la que anunció que su país se sumaba al boicot diplomático a los Juegos de invierno.
La medida no impedirá que los deportistas canadienses participen en los Juegos, que arrancan el 4 de febrero, pero conllevará que ningún representante del gobierno viaje a China, recalcó el mandatario.
Estados Unidos anunció el boicot el lunes y fue secundado el miércoles por Australia y Reino Unido.
Las relaciones entre Canadá y China han tenido momentos de tensión y ambos países acaban de salir de una crisis diplomática sin precedentes relacionada con la detención en diciembre de 2018 de la hija del fundador del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei.
El Reino Unido también se suma al boicot
Más temprano, el Reino Unido se había sumado a la medida impulsada por Estados Unidos y apoyada por Australia.
El primer ministro británico, Boris Johnson, había afirmado en la sesión semanal de preguntas en el Parlamento que "efectivamente habrá un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín".
Sin embargo, los atletas británicos sí irán a las justas, porque el Reino Unido "no apoya los boicots deportivos", aseguró. Sin embargo, subrayó que ninguno de sus ministros prevé asistir.
Son muchos los focos de tensión entre Londres y Pekín, desde la situación de derechos humanos en la región de Xinjiang -cuna de la minoría musulmana uigur en el noroeste del país-, el retroceso de las libertades en la antigua colonia británica de Hong Kong y la exclusión del gigante chino Huawei de la red de telecomunicaciones británica 5G.
"Estados Unidos pagará"
El gobierno australiano se sumó a la iniciativa dos días después que Washington alegando la serie de desacuerdos que mantienen con Pekín y la situación de derechos humanos en el país comunista.
"Australia no se apartará de la firme posición en defensa de los intereses de Australia, y obviamente no es ninguna sorpresa que no enviaremos representantes australianos a estos Juegos", dijo el primer ministro Scott Morrison.
Preguntado durante una rueda de prensa, un portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, aseguró que su país nunca había tenido la intención de invitar a autoridades australianas.
A "nadie le importa saber si vienen o no", afirmó. "Sus maniobras políticas y sus pequeños trucos no cambiarán nada al éxito de los Juegos Olímpicos", añadió.
Australia, al igual que el Reino Unido, busca legislar contra la influencia extranjera para vetar a Huawei en los contratos de 5G y ha pedido una investigación independiente sobre el origen de la pandemia del coronavirus.
Recientemente, además, firmó una importante alianza militar con Estados Unidos y el Reino Unido que le proporcionará submarinos de propulsión nuclear estadounidenses.
"Un paso crucial"
La directora de Human Rights Watch en China, Sophie Richardson, celebró el boicot diplomático, calificándolo de "paso crucial para desafiar los crímenes contra la humanidad del gobierno chino hacia los uigures y otras comunidades túrquicas".
Los activistas aseguran que al menos un millón de uigures y otras personas de minorías musulmanas han sido encarceladas en campos en Xinjiang, donde Pekín también está acusada de imponer trabajos y esterilizaciones forzadas.